Hace unos días atrás me hicieron recordar la importancia de ejercitar el mensaje de ventas.

Parece un tanto lógico que si quiero ser un buen atleta o deportista tendré que entrenar mucho. Ni hablar de si quiero llegar al máximo rendimiento.

También nos suena conocido que para ser un buen médico, ingeniero o profesor, la práctica constante durante el proceso de formación es indispensable.

¿Y en ventas?

¿Cuánto practicas tu mensaje de ventas? ¿cuántas horas le dedicas a manejar las nuevas objeciones?

El primer curso de ventas al que asistí, de una semana de duración, me dejó muy agotado. Todo el día aprendiendo técnicas y ejercitándolas. Un día completo por cada paso y uno más para objeciones. La verdad es que en ese minuto consideré que era mucho trabajo y no veía los resultados que podría traerme. Fue solo cuando la técnica se hizo conducta en mí que los demás me comenzaron a decir que era un buen vendedor. Los escuché y logré captar que tanta practica me había hecho adquirir las competencias y ya no necesitaba pensarlas. Solo me enfocaba en lo que la otra persona necesitaba. Y las ventas comenzaron a mejorar…

Si estás emprendiendo, y también si ya tienes tu tiempo en ventas, no puedes olvidar que solo el ejercicio constante te lleva a la excelencia. Lamento decirte que no será una viñeta en el power Point lo que te hará vender más, es la aplicación de esa técnica la que te hará lograr lo que tienes en mente.

Seguramente has ido a varios seminarios, todos ellos muy buenos, que te dejan muy claro en lo que hay que hacer. ¡Genial! Pero ese es solo el primer paso. Luego viene la aplicación de eso a tu comunicación y ejercitar ese mensaje todas las veces que sea necesario.

Cuando salgas a comunicar tu solución aparecerán las objeciones. Y también necesitarás trabajarlas. Hay una técnica para resolverlas y aprovecharlas para convertirlas en factores de venta, pero para ello, hay que trabajarlas y practicarlas mucho.

La parte buena es que cuando comienzas a practicar, alcanzas un estado que va requiriendo menos esfuerzo cada vez. Entonces, la siguiente objeción te costará mucho menos esfuerzo llegar a dominarla y la gente pensará que eres una persona nacida para la venta, cuando en realidad eres una persona que ha ejercitado mucho lo que está haciendo. 

Igual que un médico o un deportista de alta competición, tus grandes resultados llegarán después de mucha práctica.

Si quieres lograr grandes cosas, no te quedes con lo que dicen que hay que hacer. O, peor aún, no pienses que vender es solo entregar la información a las personas para que tomen la decisión, o ser extrovertido o simpático.

Vender requiere de mucho esfuerzo. Si ves a un vendedor siempre con la sonrisa en la cara y con actitud de tener todo el tiempo del mundo para ti, tienes que entender que esa persona está pensando en que lo más duro ya pasó y está concentrado en lograr sus metas.

Que noviembre les traiga todo lo que merecen y que lo aprovechen para ejercitar todas las ventas que harán en diciembre.