Me gustó vender desde que ingresé a esta actividad hace ya más de 25 años. Se convirtió en mi pasión desde joven y no me ha fallado jamás. He tenido más satisfacciones que contrariedades, definitivamente.
A la fotografía llegué un poco de casualidad hace cerca de 10 años y también me logró atrapar. Lo de la fotografía fue un poco más mesurado, pero no por eso menos intenso. Es una pasión que te va envolviendo y que te logra seducir completamente. He tenido más disparos fallidos que buenos y, sin embargo, eso solo logra alentarme a seguir mejorando.
Si bien, al principio, puede parecer que son dos actividades completamente diferentes, que no hay nada entre ellas que las pueda asemejar, la verdad es que las similitudes son bastantes.
Reconozco que soy un tipo que ha ido creciendo con la cámara en la mano y todavía me considero un aprendiz de amateur.
Pero veamos, ¿qué nos puede enseñar el tomar fotografías para aprender a vender?
- El producto no es lo más importante. La mayoría de las personas piensan que la cámara de fotos es lo más importante del fotógrafo, así como la mayoría de las personas que se inician en ventas piensan que es el producto. Definitivamente lo más importante en fotografía es la composición. Y desde luego que una buena cámara ayudará bastante. Es lo mismo con el producto. Si es único, si es de máxima calidad, te ayudará a vender mejor, pero si lo que propones a tu cliente no le permite ver más allá de lo que muestras (lo que en fotografía es que una imagen cuente una historia), de nada te valdrá esa tremenda inversión.
- Hay un ángulo que es el mejor para abordar al cliente. En fotografía, la mayor parte de las veces lo que quieres fotografiar no puedes manejarlo a tu voluntad y por lo tanto, una máxima en fotografía es que, quien se tiene que mover es el fotógrafo. Si quieres que tu cliente compre tu solución deberás moverte mucho mentalmente hasta encontrarle el ángulo desde que el lo está mirando para poder ofrecerle lo que necesita.
- No todas las entrevistas de ventas serán buenas. Inclusive los fotógrafos profesionales suelen decir que de cada 100 disparos, muy pocos, menos del 10% es una toma que ellos consideran buena. Lo mismo ocurre con las ventas. No todas tus aproximaciones terminarán con ventas seguras o nuevos clientes. Lo segundo que dicen los fotógrafos es que aprendieron lo que tenían que hacer con todos esos intentos fallidos. Así que los buenos vendedores evalúan qué salió mal y se proponen un camino de mejora para su próxima entrevista.
- Lo que uno observa es una parte de la realidad. Cuando enfoco mi cámara creo que estoy viendo todo exactamente como es, pero cuando las proceso y las imprimo me doy cuenta que me perdí de algunos detalles. En ventas ocurre igual. Te sabes tu producto al 100% y crees conocer a ese cliente igual de bien, sin embargo, cuando sales de la entrevista de ventas te das cuenta que algunas cosas no sucedieron como creíste que sucederían. Aprendizaje, dejemos de creer que podemos dominar todas las cosas todo el tiempo.
- Mientras más entrevistas tienes, más quieres tener. En fotografía ocurre lo mismo; mientras más avanzo más quiero caminar. Miras al siguiente cerro, la siguiente calle y piensas, ¿qué otras instantáneas podré lograr ahí? En ventas, fuiste a una entrevista y ya vas pensando en conseguir la siguiente y en cómo la abordarás.
- Necesitas un método para lograr el éxito. Recuerdo cuando compré mi primera cámara Reflex, llamada de “entusiasta avanzado”. Tenía muchas funciones que yo no sabía utilizar y, como traía una función de uso automática, ni siquiera me di el tiempo de estudiarla. Creía estar haciendo las cosas bien. Hasta que un día me inscribí en el curso de manejo de cámara fotográfica… Al igual que cuando en ventas pensamos que es cosa de hacerle una buena oferta al cliente o que con nuestras cualidades de extroversión será suficiente y nos damos una y mil veces contra un muro. Si, algunas veces funciona, pero la mayoría no. En fotografía tienes que aprender que hay una metodología para obtener buenas imágenes; si no manejas la velocidad del obturador, la abertura del diafragma y el iso, difícilmente podrás dar con la fotografía que tienes en la cabeza. En ventas, si no tienes la estructura que se requiere para abordar un prospecto, será difícil que se convierta en cliente.
- El mejor siempre ha aprendido de todas las personas con las que se ha cruzado. En fotografía se dice que es una actividad solitaria, sin embargo, cuando coinciden dos fotógrafos en un lugar intercambian todos sus conocimientos. Y cada uno pone mucho interés en aprender cómo lo hace el otro. En ventas, hasta ahora eso ha sido complicado, pero sin quieres llegar lejos tienes que conocer cómo lo hacen los demás, aplicarlo, cuestionarlo y probarlo todas las veces que sea necesario hasta que te convenzas si te sirve o no. Sólo así serás el mejor. Escucha a los mejores y enseña a los que vienes detrás, de ambos aprenderás y te desarrollarás.
Si tienen más comparaciones, bienvenidas y buena última semana de agosto para todos