Debemos reconocer que muy pocos, si es que aparecen algunos, dirán, cuando pequeños, que quieren ser vendedores. Y es que ser vendedor tiene una doble concepción que a veces desconcierta; por un lado está el estigma de aquellos falsos que te enchufan un producto o lisa y llanamente te estafan vendiendo algo defectuoso o que no necesitas realmente y, por otro lado, está la imagen del tipo que siempre sonríe, viaja por todas partes, viste bien y gana mucho dinero. Sin duda que la caricatura siempre será una simplificación demasiado peligrosa.

Pero entonces, ¿porqué quieres ser vendedor?

Puede ser que te lo hayas planteado porque no tienes nada mejor que hacer, porque necesitas ganar dinero o porque no se necesitan estudios mayores. Que no hay quien ofrezca trabajo a esta edad, o que eres bueno haciendo algo (muebles, contabilidad, lo que sea) y piensas que llegó la hora de vender lo que sabes hacer bien.

También he conocido gente que ha comenzado en ventas porque son extrovertidos y tienen un amigo que no se atreve a ofrecer su producto y entonces, ellos le ayudan.

Las razones por las cuales uno comienza pueden ser muchas. Imagino que pasará igual en cualquier profesión que quieras tener para tu vida, solo que, cuando estudias algo, ya sea técnico o universitario, te obligas a verte haciendo eso por el resto de tu vida. Mas allá de que sea cierto, te lo planteas. En ventas, casi todos los que llegan, llegan a probar. Llegan por un tiempo. Y solo algunos se quedan para siempre.

Si, solo algunos. Porque la mayoría llega por el dinero. Se puede ganar buen dinero siendo vendedor, pero, tal como en cualquier profesión, si no te apasiona, terminas dejándolo.

Ser vendedor es cansador. Exige un gran sacrificio y mucha, si mucha, resiliencia.

Entonces, ¿por qué ser vendedor? Igual que en casi todas las ocupaciones que logran desarrollar a las personas: para ayudar.

El médico ayuda a las personas a tener salud, el abogado las ayuda con los temas legales, el profesor ayuda a formarlas, el ingeniero ayuda a mejorar los procesos y estructuras que utilizan las personas, en fin, todas las profesiones ayudan. ¿Y el vendedor? ¿En qué ayuda un vendedor? Simple, un vendedor te ayuda a que tomes la mejor decisión respecto de lo que necesitas. ¿tu puedes decidir solo sobre lo que necesitas? Perfecto, no necesitas un vendedor. Al igual que una persona que no tiene problemas legales no necesita un abogado y una persona sana no necesita a un médico…

Si quieres ser vendedor es porque algo en tu interior dice que puedes ayudar a las personas que necesitan un producto o servicio que tu tienes. ¿No lo has visto así todavía? Entonces tómate un minuto para pensar en qué les vas a solucionar a esas personas que quieres contactar. Cuando lo descubras y seas capaz de comunicarlo claramente encontrarás que la vida te ha premiado con una ocupación que permitirá sonrisas en personas que apenas conoces y agradecimientos que no sabías que merecías.

¿Tienes dudas para definir tu producto en un lenguaje de ventas o para estructurar el mensaje de ventas con que quieres llegar a tus clientes?

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